En algunas ocasiones, los problemas de comportamiento en gatos pueden amenazar la paz y la armonía de nuestro hogar.
Los gatos son animales muy independientes y testarudos a los que les gusta hacer la suya. No suelen obedecer a nuestras órdenes y cambiar los problemas de comportamiento es una ardua tarea, pero es posible enseñarles que hay ciertas cosas que están prohibidas.
Para solucionar los problemas de comportamiento en gatos son necesarios kilos y kilos de paciencia... Y también mucha responsabilidad. Algunos de los problemas de conducta en gatos pueden estar causados por el estrés o por alguna enfermedad, y nos corresponderá a nosotros ocuparnos de encontrarla y tratarla, con ayuda del veterinario.
En este artículo te ayudaremos a reconocer y tratar los problemas de comportamiento en gatos más comunes, y también a distinguir que, a veces, lo que clasificamos como un "problema" no es más que una manifestación normal del carácter de nuestro gato.
Problemas de conducta en gatos: El carácter felino
Los gatos tienen su propia personalidad... Y hay cosas que a nosotros nos molestan que no son problemas de comportamiento en absoluto: son, simplemente, "cosas de gatos". Antes de adoptar una mascota, nos corresponde aprender cosas sobre sus instintos y su personalidad, y sobre cómo se relacionan con los seres humanos, para no encontrarnos después con sorpresas desagradables o con que resulta que no se adapta a nuestro estilo de vida.
Los gatos son más independientes que los perros y no necesitan de dos a tres paseos diarios; ellos solos se las arreglan para hacer sus necesidades (siempre que les proporcionemos un arenero, claro está), pero son de naturaleza curiosa, y esto les lleva a encaramarse en estanterías, armarios o cualquier otra superficie elevada que esté a su alcance, e incluso a escaparse. Lo que queremos decir con esto es que el hecho de que tu gato se suba a la estantería y te tire al suelo los libros que tienes ahí no es un problema de comportamiento en gatos, sino que responde a una característica propia de su carácter felino. Les encanta trepar y observarnos desde lo alto. Una eventualidad como esta tiene fácil solución: seguramente, si le dejas un hueco en la estantería para que se siente o se tumbe cómodamente, dejará de tirar tus cosas al suelo.
Como verás, en muchos de los problemas de comportamiento en gatos que describiremos a continuación puede existir un problema de fondo o puede que no estemos proporcionándole al gato lo que necesita. Pero, sea lo que sea, existen soluciones. Podemos intentar solucionarlo nosotros mismos, por supuesto, pero si no lo conseguimos recurriremos de inmediato a un experto para que nos ayude.
Problemas de comportamiento en gatos: Los más frecuentes
Estos son los problemas más habituales a los que los dueños de gatos tenemos que enfrentarnos. A continuación, te explicaremos a qué pueden ser debidos y cómo intentar solucionarlos:
- Eliminación inadecuada de orina o heces: El primero de estos problemas es un claro ejemplo de un problema de conducta que puede tener como origen otro problema físico o una negligencia por nuestra parte. Es posible que exista un trastorno del comportamiento o, en el caso de los gatitos, que no haya aprendido todavía a utilizar su arenero. Sin embargo, es mucho más frecuente que el gato tenga algún problema de salud, como una infección de orina o estreñimiento, y haya relacionado el arenero con esas sensaciones incómodas o dolorosas que siente al emplearlo. En estos casos, llevaremos a nuestra mascota al veterinario para que lo diagnostiquen y lo traten. También podría ser que tenga el arenero demasiado sucio y no quiera utilizarlo, en cuyo caso tendremos que cambiarle la arena más a menudo. También es posible que no le guste la ubicación del arenero: algunos gatos son pudorosos y prefieren que esté situada en un lugar alejado de las miradas de los demás.
- Marcaje: Los gatos son animales muy territoriales, y gustan de dejar su olor en lo que ellos consideran que es su territorio. Esto lo hacen restregándose, rascando... u orinando. El marcaje de orina está más relacionado con su comportamiento sexual, por lo que para eliminar este problema tendremos que castrar a nuestra mascota. La castración es la opción más adecuada no solo por el marcaje, sino también para evitar la superpoblación descontrolada de gatos, que se escape o que contraiga enfermedades debido a las peleas. Si el marcaje persiste después de la castración (es una posibilidad que se da en algunos casos) o no queremos castrarle, podemos entorpecer la zona en la que marca más a menudo.
- Escapismo: La tendencia a irse de picos pardos no es uno de los problemas de comportamiento en gatos, sino parte de su naturaleza curiosa... Pero no deja de ser un problema. Para que nuestra mascota esté segura y no corra peligro de sufrir algún accidente, lo mejor es que no salga a la calle. La principal forma de evitar que nuestro gato se escape también es castrarlo, pero en muchos casos esto no será suficiente. Hay gatos muy curiosos que querrán irse igualmente. Si tienen acceso al exterior, podemos instalar un catio para gatos para evitarlo, y si no... ¡Pues poco podrá hacer el gato! Solo tenemos que asegurar balcones y ventanas y vigilar al abrir la puerta.
- Rascado: El rascado es otra forma de marcaje, y es uno de los problemas de comportamiento en gatos porque nos destrozan los sillones y los sofás, pero no deja de ser algo normal. Sin embargo, tenemos que enseñarle al gato donde puede y no puede rascar. Tendremos que comprarle un rascador para que tenga una opción para afilarse las uñas, algo que, además, necesitan hacer con cierta regularidad. Si, aun así, se rasca donde no debe, cada vez que lo veamos lo cogeremos y lo colocaremos pacientemente en su rascador.
- Agresividad: La agresividad puede estar causada por muchas cosas distintas. Contra otros gatos o animales, normalmente es debida a la territorialidad. Para evitar conductas agresivas, si adoptamos una nueva mascota tendremos que presentarlos con cuidado y con paciencia, no dejarlos solos al principio y repartir bien nuestros mimos. También ayuda que cada gato tenga su propio arenero, comedero y bebedero, para evitar rivalidades. En el caso de la agresividad contra las personas, las causas son un poco más complicadas. Muchas veces, el gato solo está jugando, en cuyo caso lo mejor es redirigir su atención a otro juguete y evitar jugar con los dedos o los pies. El gato también podría mostrarse agresivo si está asustado, en cuyo caso tendremos mucha paciencia para socializarlo y evitaremos las conductas que tienen este efecto en él. Finalmente, y aunque sea poco frecuente, el gato también puede mostrarse agresivo cuando siente dolor.
Si sospechamos que cualquiera de estos problemas de comportamiento en gatos están causados por algún problema físico, acudiremos enseguida al veterinario. También recurriremos al experto si no conseguimos solucionarlos, aunque sea solo para que nos aconseje. Finalmente, también existen expertos en conducta felina a los que podemos recurrir para que nos ayuden. Y recuerda que el amor y la paciencia son valores seguros cuando tratamos con gatos.
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